Como sumar m2 en su escuela

La importancia de recuperar las clases presenciales necesita de innovación y nuevas formas de uso del edificio escolar

agosto 20, 2020
A comienzos de la pandemia de COVID-19 las acciones se orientaron a "aplanar la curva", a medida que la reapertura de las escuelas se vaya acercando la estrategia mas importante será "reducir la densidad de alumnos".
 
La ecuación para volver a clases 

Podemos pensar en la densidad de un edificio como una fracción donde el numerador es el número total de personas dentro del edificio y el denominador el área del piso transitable. 

Hay dos formas de hacer que ese edificio esté menos concurrido:
1- Disminuya el numerador reduciendo el número de personas dentro del espacio.
2- Aumente el denominador expandiendo el espacio físico disponible.

En referencia al punto 2 se plantea el desafío de un nuevo uso de los espacios del edifico escolar para incrementar los m2 disponibles y de este modo asegurar el distanciamiento social.
Gimnasios, patios cubiertos, hall de acceso, bibliotecas y espacios al aire libre son superficies y espacios de aprendizaje que hacen que mas alumnos puedan contar con clases presenciales.

Generar acuerdos
 
Otra opción es generar acuerdos con otras instituciones como clubes, centros comunitario, etc., y ampliar el espacio disponible para desarrollar las actividades educativas.

Si las escuelas dividen la asistencia entre su escuela principal y esos otros sitios, entonces la mayoría de los estudiantes de todos los grados podrían tener una opción de clases presenciales cuando las escuelas vuelvan a abrir.

Una opción de diseño adicional que está disponible actualmente para las escuelas son las técnicas de orientación en los pasillos, por ejemplo, líneas o flechas que muestran a los estudiantes por qué lado del pasillo deben caminar. Para ayudar con las medidas de distanciamiento social, este podría ser un concepto que los educadores apliquen más fácilmente para que los estudiantes no se crucen demasiado cerca y/o se sigan uno detrás del otro en una proximidad cercana.

Enseñar al aire libre

Si sabemos que los lugares cerrados son propicios para la transmisión del virus, una opción que debemos considerar es la de enseñar al aire libre.

En algunos países como Dinamarca y Holanda implementaron el uso de carpas o gazebos para dar clases en los patios reduciendo considerablemente las posibilidades de transmisión del virus en las escuelas y asegurando que mas alumnos puedan tener las clases presenciales y mejorar el flujo del aire. Con la llegada de la primavera y temperaturas mas templadas es una opción muy conveniente a tener en cuenta.

Esta posibilidad es acompañada con protocolos de no mas de 15 niños por clase con docente/tutor de referencia de modo que siempre sean las mismas personas que están en contacto entre sí. Si se detecta un caso dentro de una clase solo se pone en aislamiento ese grupo y la escuela puede seguir funcionando.

Estas propuestas son una visión temporal con el objetivo de ayudar a liberar el espacio escolar interno existente quitando al alumno la carga de las áreas de circulación, pero también mejorando el flujo de aire y contribuyendo al bienestar de las personas.
 
Guzmán Arquitectura

Mejor acústica, mejor aprendizaje.

Un aula con buena acústica influye favorablemente en la relación de la enseñanza y el aprendizaje

Julio 22, 2020
La preocupación por crear ambientes acústicamente cómodos es particularmente importante en entornos educativos, ya que influye directamente en la relación de la enseñanza y el aprendizaje.

Lo más importante en un aula es la claridad del habla

Si un aula tiene una mala acústica:
- Los sonidos de baja frecuencia distorsionan el habla
- El sonido rebota en las paredes y en el techo y se crean ecos
- Los niveles de ruido se intensifican
- Los alumnos y profesores tienen que levantar la voz para ser escuchados
- Esto hará que tanto profesores como alumnos se sientan cansados y pierdan concentración

Estudios muestran que las aulas con mala acústica causan molestias y cambios de humor, lo que contribuye al aumento del estrés y el cansancio en los estudiantes, así como a la disminución de sus habilidades cognitivas. La interferencia acústica que proviene de los ambientes exteriores aumenta la necesidad de hablar más alto, causando agotamiento auditivo y vocal en las personas al interior de la sala de clases.
 
Ruido y reverberación

Los problemas acústicos se manifiestan básicamente en dos facetas claramente definidas: Ruido y reverberación excesivos.

El ruido puede originarse internamente como en el caso de los ventiladores o el aire acondicionado o bien puede provenir del exterior por múltiples causas: tráfico, clases de deportes, salones de clase adyacentes, cafeterías o restaurantes, aviones y helicópteros, etc.
La reverberación ocurre en los recintos que no presentan suficiente superficie acústicamente absorbente y consiste en la remanencia (eco) del sonido debido a las múltiples reflexiones que éste experimenta en los muros internos del lugar.

Todos estos ruidos, juntos, influyen en la comodidad acústica de los ocupantes. Según la Organización Mundial de la Salud, el nivel seguro de ruido en un aula no puede exceder los 35 decibeles. A partir de ahí, la capacidad de aprender se ve afectada. En Francia, un estudio reveló que con cada aumento de 10 decibeles en el ruido del aula, los puntajes de lenguaje y matemáticas de los estudiantes disminuyeron en 5.5 puntos [1].
 
Cuestión de prioridades 

Es cierto que en la actual escala de prioridades la acústica del salón de clases ocupa, si acaso, uno de los últimos lugares, por debajo de la decoración, del color del pizarrón, del desinfectante de los pisos.

Estudios realizados en España  muestran que inteligibilidad promedio de los salones de clase no sobrepasa el 65%. Esto es; de cada diez fonemas articulados por el profesor, solamente 6.5 de ellos se perciben correctamente. Dicho de otra manera, los alumnos se pierden 3.5 palabras de cada diez, aún así se les aplican exámenes esperando obtengan las más altas calificaciones

Para reducir la entrada de ruido externo, es ideal aislar acústicamente todos los elementos del edificio, lo que significa aumentar la masa de muros y losas, e invertir en marcos más estancos. La masa en una construcción se percibe tradicionalmente como el mejor proveedor de aislamiento acústico. 
 
Para el interior, los materiales absorbentes o los paneles acústicos ayudarán a reducir el ruido aéreo y de impacto dentro del edificio.
Los objetos que dispersan o absorben el sonido en las paredes permitirán eliminar los ecos que pueden ocurrir entre ellas. Los materiales mas porosos, en las superficies interiores, también ayudarán a reducir la reverberaciones, mejorando la inteligibilidad del habla.

Mejorar la acústica del aula es fundamental para un proceso adecuado de enseñanza y aprendizaje; las ganancias afectarán tanto a los estudiantes como a los educadores, ya que ninguno de ellos necesitará exceder los límites naturales de sus voces. 
Los arquitectos jugamos un rol fundamental para asegurar este confort acústico, desde el inicio del proceso de diseño.
 
Guzmán Arquitectura